viernes, 12 de abril de 2013

Cosas de madre que no vienen de fábrica


Una piensa que cuando pare y se convierte en madre todas esas cosas que siempre apreció en su madre le van a venir como por inspiración divina. Si así, sin más, que junto a los peleles y patucos, va adjunto el don de hacer todo bien. Pues eso, te crees que entonces cuando dobles sábanas bajeras quedarán perfectas, tus estofados serán súper sabrosos, ya nunca se te pegarán las lentejas, podrás quitar las manchas difíciles de la ropa sin gastarte un dineral en productos imposibles, sabrás planchar los pantalones con raya, aprenderás a coser dobladillos perfectos, y un largo listado que todos podríamos enumerar con aquellas cosas que hacen maravillosamente bien nuestras madres y no conseguimos igualar.

Y sin embargo esto no ocurre, pero lo que sí que pasa es que como por arte de magia sí que te ves diciendo todas esas frases que tantas veces escuchaste y juraste y perjuraste que tú nunca repetirías. Son del tipo como sigas llorando, te voy a dar una razón para que llores de verdad, si no te lo comes para cenar, pues para desayunar o tómate el zumo rápido que se le van las vitaminas ( y que tan ocurrentemente ha recopilado Amaya Ascunce en su blog comonoserunadramamama.com).

Sí, ocurre y que nadie se atreva a negarlo. El kit de supermami viene con las expresiones de madre pero no con el de cómo hacer cosas geniales de madre. Y es que ser mami o al menos una a la antigua usanza se está convirtiendo en una profesión en peligro de extinción. Al menos a mí me lo parece.

En cualquier caso, todo esto se me pasaba por la cabeza porque yo llamo a mi madre muy a menudo para pedirle consejo de mil cosas y me da pánico pensar qué será de mí cuando ella me falté. ¿Y otra duda aún mayor, representaré yo lo mismo para mis hijos cuando crezcan?

"Hey hey hey hey yeah
Turn it up, turn it up now
Hey hey hey yeah turn me up in the night"