Una piensa que cuando pare y se convierte en
madre todas esas cosas que siempre apreció en su madre le van a venir como por
inspiración divina. Si así, sin más, que junto a los peleles y patucos, va
adjunto el don de hacer todo bien. Pues eso, te crees que entonces cuando
dobles sábanas bajeras quedarán perfectas, tus estofados serán súper sabrosos,
ya nunca se te pegarán las lentejas, podrás quitar las manchas difíciles de la
ropa sin gastarte un dineral en productos imposibles, sabrás planchar los
pantalones con raya, aprenderás a coser dobladillos perfectos, y un largo listado
que todos podríamos enumerar con aquellas cosas que hacen maravillosamente bien
nuestras madres y no conseguimos igualar.
Y sin embargo esto no ocurre, pero lo que sí
que pasa es que como por arte de magia sí que te ves diciendo todas esas frases
que tantas veces escuchaste y juraste y perjuraste que tú nunca repetirías. Son
del tipo como
sigas llorando, te voy a dar una razón para que llores de verdad, si
no te lo comes para cenar, pues para desayunar o tómate
el zumo rápido que se le van las vitaminas ( y que tan ocurrentemente ha
recopilado Amaya Ascunce en su blog comonoserunadramamama.com).
Sí, ocurre y que
nadie se atreva a negarlo. El kit de supermami viene con las expresiones de
madre pero no con el de cómo hacer cosas geniales de madre. Y es que ser mami o
al menos una a la antigua usanza se está convirtiendo en una profesión en
peligro de extinción. Al menos a mí me lo parece.
En cualquier caso, todo
esto se me pasaba por la cabeza porque yo llamo a mi madre muy a menudo para
pedirle consejo de mil cosas y me da pánico pensar qué será de mí cuando ella
me falté. ¿Y otra duda aún mayor, representaré yo lo mismo para mis hijos cuando
crezcan?
"Hey hey hey hey yeah
Turn it up, turn it up now
Hey hey hey yeah turn me up in the night"
Turn it up, turn it up now
Hey hey hey yeah turn me up in the night"